Thursday, May 03, 2007

PAREMOS HOY: ¿ESTAN TODOS DE ACUERDO?


Comprendo la situación lamentable en que viven diversos sectores del país, ello debido a injusticias e injurias en contra del respeto a los derechos humanos. Comprendo la voz alta de muchas personas que se sienten burladas y excluidas de nuestro sistema democrático, y este sentir es común en casi el 70% del Perú. Sobre todo en las mesas de miles de familias. Reflexionar sobre el origen, es un ejercicio complejo, que incluye todos los procesos históricos y los día a día de toda nuestra nación.

Por un lado (el lado más desfavorecido) están trabajadores mineros, agricultores, agricultores cocaleros, extractores amazónicos, profesores, trabajadores de las constructoras, motocarristas, trabajadores de salud, etc, y otras personas dedicadas a venderles a los antes mencionados. En otro lado están actores con algún nivel decisión(y de ley con embriaguez de poder), que utilizan el sector publico para sentirse fuertes y dar rienda suelta a sus caprichos y más bajas fantasías financieras. Al otro lado el sector privado, que trata de tener motor propio, aunque muchas veces sin medir las consecuencias de sus interrelaciones con la sociedad, no puedo tampoco dejar de mencionar, que este sector en realidad es victima sugerida del sistema.

Pero vayamos a analizar de manera muy ligera las otras consecuencias generadas a partir de las “consecuencias” del sin número de injusticias. Existen varias pero para efectos de este comentario sólo vamos a centrarnos en la paralización o "paro" de hoy y mañana, 3 y 4 de mayo del 2007. No vamos a discutir los motivos, pues los encontramos mayormente coherentes. Lo que si discrepo es en la forma de efectuar el pedido de pliego de reclamos.

Siendo los “paros” manifestaciones de protesta de un sector determinado de la sociedad, ante una situación desfavorable, en contra de una entidad acusada de ser la causante, rol que casi siempre es atribuido al gobierno. Mi discrepancia radica, en que las consecuencias de cada “paro” SON INJUSTAMENTE asumidas por todos los ciudadanos, sin importar las condiciones de vida que cada uno ostenta o el grado de relación con la problemática.


En Loreto aproximadamente el 13% de la población tiene un vinculo laboral con el sector estatal, por lo que a ellos así no trabajen 3 o 4 días (los paros mayormente nacen de sus gremios), sí pasarán por caja fin de mes y continuaran con su vida de forma regular. Sin embargo para los vendedores ambulantes, motocarristas, panaderos, estibadores, tricicleros, aguajeras, peluqueros, cuidadores de motos, transportistas urbanos, restaurantes, y otros oficios que nada tienen que ver con el estado; si ellos no trabajan se quedarán sin comer. Y a los demás sectores poco les importa esta situación. Como siempre le escuche decir a mi madre: “Si hoy no trabajas, hoy no comes”.

Para el plano académico la situación es lamentable, considerando que en los colegios y universidades “nunca se recupera el tiempo perdido”. A estos 2 días de paro, les acompañan los 2 días de feriado del “Día del Trabajo”. Por lo que toda esta semana ya esta perdida. Y a esto se sumaran los feriados del “Día de la madre”, “día de la bandera, 28 de julio, día del maestro, la fiesta de San Juan, Aniversario del colegio, Aniversario de la ciudad, aniversario de la universidad; y también se unirán otros futuros paros, y estos de seguro sector por sector (quien sabe la aproxima semana sean los motocarristas, la siguiente los panaderos, la próxima el frente patriótico, más adelante entrara en paro la universidad, primero de alumnos y luego de docentes). Y al final más tiempos los alumnos lo pasaran fuera de sus aulas. Después nos quejamos de ¿Por qué somos últimos en nivel de educación?, cuando ni siquiera reclamamos que se hagan las horas de clases completas, y dejamos que estas manifestaciones vayan en contra de nuestro futuro regional. Con esa pequeña reflexión, ¿Se imaginan el nivel académico de los escolares?, ¿Se imaginan el nivel de nuestros futuros profesionales? . No hay que ser súper elocuente para darnos cuenta, del daño que estos ocasionan.

Se imaginan que pasa con los productos perecibles del campo que nuestros agricultores traen hacia Iquitos. Ellos al no encontrar mercados, tienen que resignarse a regresar a su comunidad con las manos vacías. Mandando al agua todo el esfuerzo que le significa producir.

Por otro lado para el sector empresarial representan retrasos en sus ciclos productivos, que es sinónimo de no tener ingresos y de tener riesgos de perder su producción. También corren riesgo los plazos de entrega de sus productos. Por ejemplo en el caso de los exportadores de peces ornamentales, los paros afectan el embarque de sus peces, que una vez empacados tienen un tiempo corto de vida. Al cerrar los aeropuertos, impiden su exportación, y en muchos casos la cancelación de los envíos. En el caso de la empresas de turismo, solo indicar que nadie hace turismo en ciudades con paralizaciones, más bien Iquitos se hace poco atractiva para la placentera estancia de visitantes. Sobretodo se pierden oportunidades de dinamizar la economía regional.

Además conocedores de los problemas de burocracia del país, creemos que estos paros dejaran en varias familias la impotencia de no poder realizar trámites, de no poder realizar transacciones financieras, realizar pagos, tramitar divorcios, atenderse en el sector salud. el aparato estatal a la hora de cobrar algo se desentiende de este tipo de circunstancias, y en otro caso, los bancos no perdonan las moras de sus clientes.

En fin son tantos los procesos y tantas las consecuencias que me extraña, que no haya sectores que discutan las pertinencias de los paros. En realidad desde que tengo uso de razón nuestra ciudad sufre los embates de estas movilizaciones. Tampoco voy a negar que buen porcentaje de la población apoya estos “paros”, por la sencilla razón de ausentarse al trabajo, y en muchos casos para buscar un escape a la rumba y desenfreno juerguistico.

Concluyo este comentario invitando a algún “loquito triste” como yo, a salir a hacer marchas y también “paros” para que no haya “paros”, y también salir a reclamar que en los centros de educación hagan más horas de clases, se exija calidad educativa, se tenga mejores materiales e infraestructura educativa, que los profesores ya no cobren a los alumnos, que las instituciones de estado no sean burocráticas y corruptas, que los alcaldes no hagan peculado, que nadie robe en el estado, que se apoye a las empresas nacionales, que las empresas constructoras no pongan sólo un saco de cemento en una cuadra, que no haya choros ni asaltantes, ni tragamonedas en Iquitos, que ya no haya gallinazos cerca del aeropuerto ni a lo largo de la carretera Iquitos-Nauta. Que se fomente la cultura y se restrinja a los centros de perdición, y que Perú vaya al próximo mundial de mayores.

Pero sobre todo, protestemos para que todos los peruanos, no aceptemos acciones que a la larga nos perjudican en nuestro propio progreso, y eduquémonos para que seamos justos, con nosotros mismo y con los demás.