Thursday, November 22, 2007

No más humillaciones, que nos desafilien y preparemos equipo para el 2014

Foto: http://bloggingsomnio.net/

En el post anterior comenté que es ilógico celebrar un empate en Lima, así sea con Brasil. Pero la prensa deportiva amparada en un afán marketero se había encargado de generar triunfalismos y falsas expectativas con nuestro equipo. Se hablaba del mal momento ecuatoriano y de que nuestras individualidades tranquilamente se traerían un triunfo. Sin embargo el humillante 5 a 1 nos devolvió a la realidad.

Nuevamente vivimos nuestra realidad, las caídas enseñan y más las humillaciones. Si ésta es nuestra realidad, aceptémosla y hagamos algo por cambiarla. ¿Cómo vamos a pensar en cosechar triunfos?, si no hemos trabajado para ello. En fin no solo estamos mal en los deportes, sino en otras áreas como educación, salud y justicia.

El principal cáncer del fútbol peruano es el señor Burga, pero así como el fútbol tiene su cáncer, así lo tienen casi todas las disciplinas deportivas. Se debe reformar el deporte en general, pero más importante es el hecho que debemos aprender a esperar resultados de procesos de largo aliento. Debemos de olvidarnos de las generaciones espontáneas, debemos trabajar en construir nuestras planas deportivas, invertir en el deporte y la educación (pero no para llenar cuentas bancarias), traer expertos de todo el mundo y preparar atletas, dejar de esperar que ellos se formen en sus casas y las calles.

Lo más importante es que los mayores debemos dar ejemplo a los niños de ahora, pues exigimos que nuestros deportistas no sean borrachos o juergueros, sin embargo todos los días los adultos somos protagonistas de aberraciones, relacionadas a corrupción, juerga, escándalos, sexo, etc. Nuestros deportistas juergueros también son una muestra de nuestra realidad, no escapemos de ella, pero hagamos algo para que ello cambie.

Después de esto, lo peor que puede pasarnos es que Manuel Burga no se vaya, ya no le queda motivo alguno para quedarse en la federación, pero como según él, tiene sus razones legales (como si la justicia en el Perú existiera) fácil que no quiera irse, fácil que eche a Chemo y su comando y ponga a Oblitas, o a cualquier técnico de su alcance. Con lo que esperaremos medio año más para volver a empatar (y creernos campeones del mundo) o perder. Ya es hora, Burga vete a tu casa.
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