Friday, March 14, 2008

Un amazónico en Irak

Llegué a Irak, quizás por mi naturaleza juvenil aventurera, estimulada por las remuneraciones económicas que me ofrecieron por venirme. Apenas sólo alcancé la secundaria en mi natal Iquitos, cumplí 18 y fui a ganarme la vida en Lima. Con la pequeña formación académica dentro del Perú nunca hubiera conseguido el nivel remunerativo que me ofrecen acá. Creo que me seleccionaron porque en la selva serví mi patria, eché cuerpo, y conozco muchas cosas de la vida militar. La empresa en la que trabajo provee seguridad a las fuerzas armadas gringas.

Algunos familiares me preguntaron cual era el objetivo final de venirme a Irak, les respondí que en el mejor de los casos ahorraría mi dinero y regresaría a hacer algún negocio, pues el capital es muy importante. Sin embargo lo que me gustaría es conseguir por algún medio una visa de residente para vivir en los Estados Unidos, allí le va muy bien a mucha gente.

Yo que pensaba que en la Amazonía hacia calor, acá en Irak es como si se viviera en el infierno, el calor en el desierto iraquí siempre está arriba de los 45 grados centígrados. Un minuto expuesto al sol es un motivo seguro para estar enfermo varios días, por lo que nos han sugerido exponernos lo menos posible al sol. Es obvio que acá se viva un ambiente de sequía, simplemente no hay agua, da la sensación de que el mismo ambiente quisiera adsorberte o chuparte. Por otro lado en todas partes se encuentran botellas de agua embasadas made in usa. Lo gringos acá no confían ni en su sombra, si es posible hasta el oxígeno que respiran trajeran de su país.

Cuando llegué a Bagdad me encontré con la sorpresa de que yo no soy el único loretano en el medio oriente trabajando para los gringos, de arranque me pude enterar que existen unos 8 charapas distribuidos en las distintas bases, y según algunos centroamericanos hay aún más. Supongo que ellos vinieron por motivos parecidos a los míos.

Lo mejor de estar aquí, es la interacción con gente de todo el mundo, esta es una verdadera comunidad internacional, pude contar gente de más de 30 países, de todos los continentes, de todos los colores, credos, idiomas, humores y dejos, entre hombres y mujeres. Que pena que las colombianas y venezolanas que están juertotas, sólo hagan caso a los oficiales de la armada norteamericana, pues las latinas en general sólo tienen química con los gringos. Las brasileras son más gente, encima que ricas, no se hacen problemas con las nacionalidades. Algo curioso que sí me pasó, es que acá me enteré de la existencia de países africanos y asiáticos de los que nunca había escuchado.

Hay algo que lamento, es el hecho de no juntarme con el grupo grueso de peruanos (al igual que la mayoría de charapas), y ello debido a que este grupo constantemente se mete en problemas tontos, los acusan de cochinos, cuando se emborrachan pelean entre ellos, y faltan el respeto a gente de otros países. Ni bien llegué me enteré que los peruanos tenían mala fama, muchos acá ni bien les mencionas el nombre de Perú lo asocian con personas desaseadas, desobedientes e irrespetuosas. Incluso gracias a ellos los peruanos estamos vetados de entrar a la principal discoteca de la base, pues sus continua búsqueda de conflictos los consolidaron como personas desagradables, un salvadoreño me contó que hace unos días los echaron de una piscina donde habían americanas desnudas, pues violaron la prohibición de no tomar fotos. En fin espero que mi origen peruano no me ocasione problemas por ese grupo de compatriotas.



He visitado el ex palacio de Hussein, donde increíblemente existen puertas completamente bañadas de oro, es increíble el acabado de cada habitación, existen cuadros y adornos con brillos muy atrayentes. Lo que me pareció curioso es que desde haces días forraron con plástico las puertas del palacio, pues por las cámaras de video vieron que algunos centinelas comenzaban a raspar las puertas.

No puedo negar que muchas veces temo por mi vida, hace meses hubieron temporadas complicadas para todos nosotros. Incluso una vez desde una comunidad cercana lograron encontrar la ubicación de nuestras base, y en unos segundos nos llovieron cuetes, un gringo murió, y varios de nosotros temimos lo peor. Siempre los iraquis que trabajan para el gobierno gringo, tienen algo que ver en los ataques que sufrimos. Aquella noche, minutos después de haber recibido el primer ataque, escuché una movilización, luego un amigo me comentó que el pueblo ese había sido borrado del mapa. No me quiero imaginar que pasó. No es tan simple estar acá, ahorita puedo estar escribiendo esta nota, mañana quien sabe lo que pueda pasar.

Labels: ,