Tuesday, April 22, 2008

¿Los duendes de mi huerta o los padres de mi patiquina?

Por cosas de la vida, hace unos días vino por unas semanas a vivir a mi casa un tío, que hace años no veía. Desde los inicios de este blog, he comentado mis orígenes autóctonos amazónicos. Y la mayoría de mis familiares maternos se dispersan por diversas comunidades a orillas del amazonas.

Para mi tío inicialmente ambientamos una cama en nuestra sala, con la finalidad de que tenga las comodidades del televisor, radio y otras cosillas. Sin embargo por decisión propia nos propuso pasarse a la huerta, en un espacio menos cómodo pero con más privacidad.

Así pasaron varios días, sin embargo el sábado en la madrugada me percaté que las luces de mi huerta estaban prendidas, no quise salir a apagar, me quedé dormido. Y ni siquiera me acordé de ese hecho. Sin embargo hoy en la mañana mi madre me hizo una pregunta. ¿Sabias que tu tío mañuco el viernes vio a tres personitas ahí en la huerta?, ¿Quéeee?. Haber cuéntame que pasó. Resulta que él estaba durmiendo, era casi medianoche. Cuando vio que la patiquina (una planta con hojas anchas) se movía de forma extraña. El pensando que se podría tratar de un gato o de su presa, cogió su linterna y desde donde estaba enfocó la patiquina, y lo que alumbró lo sorprendió de sobremanera. Según mi tío, fueron tres personitas, 2 varones y una mujercita, con una talla no mayor de 90 centímetros, con sus rostros bien arrugados, con el cabello rubio y los ojos probablemente azules. La linterna alumbró fijamente por un instante el rostro de la mujercita, por lo que pudo percibirla con mayor detalle Mi tío se quedó sorprendido y de la nada los tres desaparecieron. Según él parecían inofensivos e incluso amables. Aunque él por un instante se quedó sin habla, y pasó varios minutos impresionado. Luego prendió un cigarrillo, tomó un poco de agua y trató de olvidarse todo.

Por ello es que prendió la luz, y así volvió a conciliar el sueño, a fin y al cabo el sábado es otro día y hay que continuar. Sin embargo nos contó que mientras dormía escuchaba voces, escuchaba risas de niños, y otros sonidos un tanto extraños. Hasta que escuchó la voz de un anciano que le dijo: No nos temas, no te haremos daño, nosotros te estamos acompañando, nosotros cuidamos esta casa hace años. No nos tengas miedo, eres el único que ha dormido en la huerta. Por lo que mi tío se levantó doblemente asustado y se fue al mercado más temprano de la habitual.

El sábado en la noche no se apareció a dormir, vino el domingo y ya está pidiendo volver a dormir en la sala. En verdad está situación lo tiene muy intranquilo. Ayer llegué a mi casa, y encontré hojas de achiote en las paredes de mi huerta, no me percaté del hecho, recién hoy lo entendí.

Acá en la amazonia es una creencia muy popular, que los árboles y plantas tienen su madre. Lo que significa que un ser sobrenatural (alma, duende, maligno, espíritu, sirena, etc) las custodia. Y a la planta patiquina se le asocia con los sobrenatural, muchas familias la usan en su casa como sensor de hechizos o de espiritus malos. Las familias los ponen en una maceta en las salas, y si las hojas de la patiquina se comienzan a secar, según las creencias populares, alguien les están haciendo un hechizo (por eso digo que lo usan como sensor de brujerias)

Hay miles de experiencias similares a las de mi tío, sobretodo en el bosque, y ahora viendo las cosas con un poco más de seriedad. Mi duda es: ¿son los duendes de mi huerta o los padres de mi patiquina? Y así tengo 100 interrogantes más. Me es muy curioso, voy a tratar de filmar o tomar fotos nocturnas, quien sabe si consigo alguna evidencia. Así como hace unos meses una chica del puerto masusa tomo la foto de un supuesto marciano. ¿Qué otras cosas debe haber en nuestra selva no?

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