Friday, August 08, 2008

No lloraré por ti Perú en la Olimpiada

Foto: Peru.com
Quizás el deporte sea el área que más refleje la realidad de nuestro país, uno puede ver en él nuestra falta de perspectiva y visión a largo plazo, la falta de cooperación y concertación, a la vez el egoísmo, codicia y envidia que normalmente ronda en todo el contexto nacional y sobretodo el desinterés de nuestras autoridades y del publico por el sacrificio de los deportistas peruanos.

A esta olimpiada enviamos apenas 13 deportistas (muy poco para un país de casi 30 millones, la cantidad de participantes en esta olimpiada son 11 128), ninguno de ellos con posibilidades de ganar una medalla, y ello pasa desde Barcelona 92 donde Juan Ghia ganó la ultima medalla peruana, que fue de plata. Es increíble que un país como el Perú históricamente apenas sólo haya conseguido una medalla de oro (hace varias décadas) y 3 de plata, de las 4 ganamos 3 en tiro un deporte poco tomado en cuenta en el Perú. En Munich 74 un nadador norteamericano ganó 5 medallas de oro, y nosotros no podemos pasar de 4.

Algo aún más vergonzoso, es que estamos considerados entre los 5 peores países del mundo en desempeño, según la revista Foreign Policy, el mayor perdedor de Sudamérica, hace 10 años más de la mitad del equipo olímpico sufría de desnutrición, y en el Perú los deportistas olímpicos hacen deporte gracias a donaciones, y no existe infraestructura adecuada. El asunto es que plata si hay, y siempre hubo, pero por ejemplo en la infraestructura, siempre hay coima y corrupción de por medio, y lo que realmente llega a los deportistas es pura porquería.

No participamos en estas olimpiadas en ningún deporte colectivo, ello es un verdadero síntoma de nuestras falencias para concertar y trabajar en equipo. Tanto criticamos políticamente a Venezuela y Cuba, sin embargo ambos paises tienen equipos colectivos, sobretodo los cubanos son potencia mundial en muchos deportes. Hasta ahora nos duele que Venezuela nos haya eliminado en Voley, sin embargo es un país que viene levantando su nivel deportivo en general, y ello gracias a las reformas que su gobierno viene implementando desde hace una década.


En fútbol el deporte más ovacionado del Perú nunca pasamos de ser mediocres, a nivel de selecciones mayores tenemos 2 títulos sudamericanos (Copas América), que los ganamos con muchas facilidades pues en ninguno de los 2 casos estuvieron las otras selecciones con lo mejor de sí. En copa libertadores tenemos 2 segundos puestos y en la sudamericana apenas un titulo que el Cienciano gano con mucha garra. Sin embargo llevamos y casi 100 años de estar compitiendo. Encima tenemos en Burga un dirigente incapaz, muy cegado por el egoísmo de presidir la federación, constantemente hay problemas de pagos a los futbolistas, muchos líos con los árbitros y casos de coima y hasta la compra de partidos.

Y para variar son frecuentes los casos de indisciplina, a nivel de selección, a nivel de equipos como ahora el mismo Alianza Lima, y si ellos están así no quiero imaginarme como estarán los equipos de las divisiones inferiores. Ya que toco ese tema recuerdo, en mi adolescencia, tenía amigos futbolistas y me comentaban que varios entrenadores de los clubes eran homosexuales, que estaban en el deporte para estar al lado de jóvenes y niños, ello sumado a la falta de preparación técnica, infraestructura y sobre todo dirigentes incapaces, es fácil darse cuenta del porque perdemos siempre.

Ya estoy cansado de que los peruanos seamos solo televidentes en las Olimpiadas, de que cada 4 años solo estemos comentando que la inauguración fue espectacular, de que los norteamericanos y rusos nos sorprendan. Estoy cansado de solo admirar al resto. Ya es tiempo de que se haga una verdadera reforma del deporte peruano, de que las autoridades políticas dejen de ver el deporte como una actividad terciaria, que solo sirve para manejar fondos deportivos.

Alguna vez fui deportista escolar, cuando lo fui, rápidamente me convencí, que hacer deporte en el Perú era una perdida de tiempo, pues el horizonte es corto y la indiferencia es grande. Sin duda alguna muy poca gente se quedó allí, todo ello es lo que mata los sueños infantiles de ganar algo por el país. No me puedo imaginar lo que un deportista siente al desfilar y al ganar una medalla allí. Solo espero que en el futuro nuestros miles de niños de hoy, no pierdan esas ganas de hacer el deporte, y si logren ese tan hermoso de sueño de flamear la bandera nacional con un campeonato mundial.

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