Tuesday, April 13, 2010

Iquitos colonia de Lima

Desde que tengo uso de razón mis familiares y conciudadanos me han contado que soy peruano, que tenemos origen incaico, y que las llamas y alpacas son lo más representativo de la fauna peruana. Junto a ello me han enseñado que Lima es la meca peruana, que es el centro del universo y que por sus gigantescas dimensiones somos un satélite minúsculo sin importancia, que sin embargo lo debe mantener sin importar ningún sacrificio.


Sin embargo soy amazónico, porque nací en la Amazonía, porque hablo con el dejó característico, porque vivo enamorado de los interminables paisajes verdes y vivos, porque me siento parte de ésta gente alegré y efusiva, porque quizás los viajes por el río me han dado los mejores recuerdos de mi vida. Porque creo que a el aguaje, el paiche, el dorado y el lagarto si los podría sentir como mis emblemas nacionales.

Iquitos, la más grande ciudad amazónica peruana, quizás a la vez sea la ciudad aislada más grande del mundo, aunque es una especie de barrio miserable del cono norte de Lima, con una población quizás sumida en más incertidumbre, desinformación, pobre educación, con escasa dignidad y oportunidades que en muchos casos si se encuentran en Lima.

Acaso el Perú, cuando era colonia española, no era usado sólo como botín para extraer todo el oro posible, y mantener a ese insaciable hambre de codicia española, a cambio de indiferencia, abandono y sometimiento. Acaso Lima no hace históricamente lo mismo con Loreto apropiándose de las utilidades del canon petrolero, pago que ha servido para mantener a esa burocracia entrampadora y corrupta que decide los destinos Amazonía. Que incluso ha sido desenmascarada por el escándalo de los petroaudios, donde claramente se observan a nuevos Pizarros y Almagros, apellidados hoy León o García. Desde la colonia el modelo es el mismo, los “manejadores” del poder arremeten con el resto, glotoneando al extremo todo lo que éste a sus alcance, humillando, desplazando y asesinando a la población autóctona que vive en la Amazonía desde mucho antes que funden eso que llaman Perú, y en casi 200 años lo único que ha cambiado son los apellidos, el resto sigue siendo igual.



Hoy toda la Amazonía está vendida de a pedazos a manos internacionales, incluso Iquitos está dentro de un lote petrolero. Porque nadie opina respecto al hecho de que el 75% de la Amazonía peruana está concesionada, ¿Dónde vamos a vivir?, ¿De que recursos naturales vamos a disponer?. Todo éste exabrupto se ha realizado sin tener en cuenta el verdadero potencia de la biodiversidad y de la naturaleza en estos tiempos, y sobre sin tener en cuenta la opinión de los amazónicos. Pues el Perú siendo colonizador de una de las selvas más sanas del mundo, está más interesada en contaminarla y a la vez en llenar el bolsillo de sus negociadores, vía el famoso “faenón”.

Me aterrorizó escuchar hace unos meses a varios artistas limeños y algunos políticos apristas, durante la revuelta indígena, que Lima necesita mantenerse de los recursos naturales de la Amazonía, y que debemos entender que ella es una ciudad muy grande que necesita apoyo para funcionar, y como es la prioridad debemos dejar que les quiten las tierras a éstas comunidades indígenas por el bien de los 8 millones de la capital.

A la mayoría de países colonialistas no les importa los pueblos miserables de su colonia, como a Lima no le importa Santa Rosa en la triple frontera del trapecio amazónico (él único lugar donde mi pecho se hinchó de patriotismo y lástima) o Gueppi en la frontera con Ecuador. Lugares verdaderamente increíbles, donde ser peruano es sinónimo de vivir sin servicios básicos, no usar soles, y no tener colegios en funcionamiento.

Quizás ser ciudadanos de sus colonias, nos impide tener los mismos derechos que otorga la constitución a los peruanos, no olvidemos que el mismo Presidente de la República llamó a los ciudadanos indígenas amazónicos, “ciudadanos de segunda clase”, donde esta claro que los peruanos-limeños son de la primera”. Si eso piensa el Presidente, que otras cosas pensarán sus súbditos. Más claro que eso ni el agua de Sachachorro.


Lo más lamentable es que desde que se independizó el Perú, Maynas era prácticamente una nación aparte que creo por desgracia anexaron al Perú, nuestro territorio solo ha sufrido amputaciones, y a la vez han existido muchas traiciones y negociados por tantos codiciosos negociadores limeños, que no han perdido un instante para formar fortunas, sin importar la moral nacional, ni manifestar tanta cobardía. Los colonizadores limeños están apunto de entregar Pijuayal a los ecuatorianos, y con ello el acceso al Amazonas, justo esa causa ha costado la muerte de muchos iquiteños tan patriotas como yo, mucha gente ha muerto por el amor al país, por el amor a esta tierra, a estas aguas y ahora los limeños sin la más mínima reflexión la entregarán, pues para uno es fácil perder lo que no quiere. ¿Y los loretanos que opinamos?, no tenemos tiempo para opinar pues estamos viendo los educativos canales limeños. No entiendo porque tenemos un ejército con sus “pitucos” estrategas si todas las veces perdemos, si cada vez que pelean se entrega territorio. Si ellos quieren seguir regalando Lima a los chilenos, es problema de ellos, pero la Amazonía es algo más que territorio.


Para el Perú, manejado desde Lima, la amazonía es sólo una colonia con recursos petroleros y madereros de despensa, que cada gobierno quiere vender y a la vez convertir en millonarios a su militancia. Y los hijos de ésta tierra limitados por la falta de educación, falta de oportunidades y aislamiento no hacemos nada por cambiar de situación. Al fin y al cabo Lima prefiere que los amazónicos no estudiemos ni nos superemos pues surgirá una masa pensante, esa masa capaz de generar las grandes transformaciones. Por eso no le importa implementar buenos centros educativos, ni hospitales peor servicios básicos.

La colonización limeña ha tenido en los medios de comunicación un brazo fuerte para el convencimiento y el ablandamiento de la conciencia amazónica. Tan mal está la cosa en esta generación que me toca vivir, que incluso un gran sector de jóvenes simpatiza por equipos de fútbol como Alianza Lima, y éste equipo juega en Iquitos como si fuera local, con más apoyo que el propio equipo de la ciudad. Todos estos inocentes jóvenes no saben que Lima, no es la amiga o la hermana mayor, sino es la madrastra, patrona, ratera y malintencionada que no ha hecho otra cosa que beneficiarse de lo que nos ha dado nuestra naturaleza, con la mentira de que somos parte de un mismo país, y que les debemos obediencia, y debemos apoyarles en subsistir. Me recuerdan al modelo de la trata de personas.

Nunca nos entendimos con ellos, sobretodo ellos a nosotros, sus autores y escritores, no han estado preparados para entendernos, en su triste ignorancia nunca han comprendido la sonrisa y costumbres de nuestra gente, ellos han estigmatizado la realidad amazónica, en éste punto hasta podría incluir al gran Mario Vargas Llosa. Y es más se han hecho trabajos como “Amazónico Soy” (hecha desde la perspectiva limeña de Chema Salcedo), que con el pretexto de dar un ángulo de la realidad amazónica, sólo muestra vistas parciales de aspectos miserables de los problemas de nuestra ciudad, e incluso en algún momento denigra algunas prácticas tradicionales como el chamanismo. No todo fue malo, pero existieron muchos puntos denigrantes. Yo de seguro en los próximos años me haré cineasta y haré un documental que se llamará “Limeño soy” y entrevistaré a sólo los habitantes de los barracones del callao o a los arranchadores y fletes del centro de Lima, amparado en que son parte de la realidad de allá.

No creo que yo sea peruano, pues amo la amazonía, y el Perú nunca la quiso, aquí he nacido, crecido y algún día espero esparcirme en las aguas del monarca de los ríos.

Inclusión social para los amazónicos.

Soy Loretano, no soy un vendepatria.

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