Saturday, January 22, 2011

Insultos gratuitos

A finales del 2006 caminaba con mi enamorada por la calle putumayo, cerca a un chifa, justo salía de cenar, se me acercó una señora, y con un tono de voz muy educada me ofreció comprarle los caramelos que vendía. La verdad en aquel momento lo último que quería comprar era un caramelo, y en tono muy amable le dije que ahora no, que en otro momento con gusto le compraba. Sin embargo ella insistió le pregunte a mi enamorada, y ella dijo que tampoco quería, y le volvi a decir que no, y le agradecí nuevamente el ofrecimiento y seguí caminando.
La señora cambio de humor, vi en su rostro tanta amargura, estaba por comprarle sus productos, sin embargo avanzó unos pasos y muy fuertmente me grito, "pedazo de cuernudo". Yo seguí caminando, desconcertado y sorprendido.
Quien sabe si realmente tenía razón, sin embargo no venía al caso.
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Fui anfitrión, en Lima, de una delegación latinoamericana relacionada a investigación agraria. Conversaba muy cordialmente con la representante de Ecuador en el Parque Kenneddy. Se acercó una muchacha morena con un ramo de flores a ofrecermelo para comprarlo, diciendo que era lo mejor para la señorita, y no se que más.
Yo muy educadamente le agradecí y le dije que no deseaba las flores, ella insistía, al final se alejó un poco, cambio de cara y me grito "tacaño miserable, eso es lo que eres".
Yo miré a la chica, no le dí importancia y continué con la charla.
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Hace años conversaba con una ex, en plena plaza de armas de Iquitos, un sábado por la noche a eso de las 11pm. Justo en ese momento se acercó un sujeto diciendo que le levante la moral, que quería comer que necesitaba un sol, yo lo miraba fijamente, como pidiendole más explicación.
Posteriormente él se puso furioso, y comenzó a recordarme a algunos familiares que yo quiero mucho, a través de insultos irreproducibles, al final sacó un cuchillo pequeño y me dijo que tenía una docena de compinches que estaban alrededor de la plaza y que me iban a lastimar entre todos ellos.
Él miraba mi celular y el de mi acompañente, al final metí la mano al bolsillo y le mostré que sólo habián cincuenta céntimos, y se los dí. Agarre de la mano a mi enamorada, y comenzamos a caminar rápidamente, vi que el muchacho estaba haciendo lás mismas amenazas a otra pareja que se encontraba cerca. Yo en verdad por la seguridad de mi acompañante no quise meter la mano en el asunto.
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Conversaba muy amenamente cerca a los columpios de Larcomar con un grupo de amigos, se acercó un vendedor de caramelos pidiendo que yo le apoyará y que no quería dinero para drogarse sino para su hija. Aunque su aspecto si era de drogadicto.
Yo me negué a comprarle, pues yo estaba preocupado por otros asuntos, mi negativa causó furia en el vendedor, quien siguió caminando y desde una regular distancia me grito "tacaño de mierda, para que sales a la calle". Mis amigos se asustarón y no comprendieron el insulto. En verdad tampoco yo.
Me sugirieron que lo haga echar de la zona, sin embargo, hasta ahora pienso que no valía la pena. A pesar de que el sujeto pintaba todo a asaltante.
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En realidad he tenido muchos casos más, sin embargo sólo cito estos cuatro, pues aún no puedo explicarme los insultos.
Se que la cosa está complicada en el país, pero ello no puede ser pretexto para vernos obligados a hacer cosas que no deseamos, o a recibir insultos sin motivo ni sentido, eso también es democrácia y libertad, y por ello, es que no tengo muchas ganas de salir a lugares públicos, pues sin querer te expones a situaciones lamentables que al final te malogran la noche.

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